Como emprendedores, tenemos como objetivos principales vivir de lo que nos gusta hacer, desarrollar un negocio rentable y lograr la independencia financiera. Pero en general, también queremos dejar nuestra marca en el mundo. Generar un impacto positivo. Compartir nuestro mensaje más allá de nuestros clientes e inspirar. Y para eso, nada resulta más útil que una marca personal con capacidad de influencia.
Trabajar en una marca personal va mucho más allá del nombre, del logo o las frases inspiradores que compartimos en las redes sociales. Tiene que ver, ante todo, con nuestra esencia, con nuestros valores y con qué defendemos.
Quizá, por la presión del trabajo diario en la empresa, sigues desaprovechando esta herramienta poderosa de marketing, que no solo va a impulsar tu nombre propio sino también el de tu negocio. Pero no te preocupes, porque como siempre, en Mi Propio Jefe estamos listos para ayudarte con la guía paso a paso que necesitas. Y al final, verás que no es tan complicado como imaginas.
¿Qué es una marca personal?
Con la marca personal sucede lo mismo que con la imagen personal: siempre la proyectamos cada vez que interactuamos con alguien. Y si no trabajamos en definir cómo es, lo más seguro es que terminemos enviando el mensaje equivocado.
De una manera sencilla, podríamos definir una marca personal como la huella que dejamos en los demás, de manera consciente o inconsciente, a través de nuestras palabras, acciones e imagen. Y para desarrollarla y aprovecharla, necesitamos identificar las características positivas que nos hacen destacarnos, ser relevantes y volvernos visibles ante nuestra audiencia objetivo. Es decir, tenemos que enfocarnos en aquellas personas con las que queremos interactuar (no se trata de hablarle a todo el mundo).
Por ejemplo, si trabajas en publicidad digital y quieres que tus clientes potenciales te conozcan como una persona creativa, con grandes conocimientos acerca de cómo funciona internet y profesional, eso es lo que deberías comunicar a través de tu marca. Y como ya mencionamos, eso va mucho más allá de los colores de tu logo. Vamos a ver entonces cómo lograrlo a través de estos cinco pasos.
#1. Define tu propósito
Como escribió Simon Sinek en su libro Empieza con el porqué, hoy la gente ya no compra lo que haces, sino el por qué lo haces. Es decir, además de calidad o precio, la gente busca un sentido de propósito para elegir un producto o servicio, y conectar con los valores de una marca.
Entonces, el primer paso para potenciar el poder de influencia de una marca personal es tener en claro ese “porqué”. Entonces, ¿cuál es tu propósito en los negocios y en la vida? ¿Qué impacto quieres generar? ¿Cómo lo manifiestas a través de tu trabajo diario, de tus acciones y de tus relaciones? Cuanta más claridad tengas sobre esto, más fácil será comunicarlo y conectar con aquellos clientes potenciales que quieran apoyarte en tu misión.
#2. Conecta tu propósito con tu pasión
Muchos emprendedores tienen un propósito, pero si no la acompañan con pasión, es poco el impacto que van a generar. Por eso, los emprendedores más exitosos son los que están convencidos de lo que quieren lograr, pero que también aman los que hacen. Y por eso logran salir adelante en medio de las crisis más grandes. Entonces, conectar tus creencias y valores con tu pasión es la manera más efectiva de reflejar quién eres, y de construir una marca personal poderosa.
Una de las estrategias más efectivas para potenciar el impacto de tu marca personal es compartir una historia que resuma cómo te convertiste en lo que eres hoy.
#3. Elige una audiencia
¿Quién es tu cliente ideal? ¿Quién te necesita para cambiar su vida o su negocio? ¿Con quién puedes conectar a través de los mismos valores y creencias? Como explican los expertos, intentar hablarle a todo el mundo es como hablarle al vacío. Así que enfócate en un nicho de mercado, de acuerdo a datos como edad, género, nivel socio-económico, intereses y pasiones, proyectos y sueños, estilo de comunicación, etcétera. En la definición de este perfil, se lo más específico posible.
#4. Cuenta tu historia
Una de las estrategias más efectivas para potenciar el impacto de una marca es compartir una historia personal que resuma cómo te convertiste en lo que eres hoy. Por ejemplo, podrías contarle a tu audiencia de dónde vienes, qué sueños tenías cuando eras más joven o arrancaste con el negocio, qué experiencias límite te marcaron, quiénes fueron tus grandes maestros y mentores, y qué es lo que todavía te mueve para levantarte de la cama cada día.
Recuerda que el storytelling siempre tiene que estar basado en la honestidad, la empatía y la conexión con el otro, y que la idea del súper-héroe que todo lo puede ya no resulta creíble.
#5. Aplica una estrategia digital
Por supuesto, la capacidad de influencia de una marca personal empieza por una reputación sólida, los contactos personales y el networking efectivo. Pero para potenciarla, tienes que darle sí o sí visibilidad digital a través de diferentes herramientas. Por ejemplo, un sitio web, un blog, una presencia activa en redes sociales y todos aquellos canales en los que tu audiencia se mantenga activa.
Una buena idea para saber por dónde empezar es ver qué está haciendo tu competencia directa, y qué resultados tiene en términos no solo del tamaño de la audiencia, sino del nivel de engagement. Por último, refuerza la autoridad de tu marca con testimonios de clientes satisfechos, como una suerte de prueba social de tus conocimientos, experiencia e impacto en sus vidas.
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