Solo leemos que el negocio de las startups va en picada, pero ¿no estaremos simplemente equilibrándonos? Durante los últimos años, Latinoamérica ha sido un nido de constante crecimiento para las startups, de hecho, en algún momento el crecimiento fue tan grande que solo nos superaba Estados Unidos y Canadá respectivamente.
¿Pero, qué está pasando ahora? El proceso por el que están pasando las startups latinoamericanas lo podemos definir de dos maneras, el contexto interno y el externo. Partiendo por este último, la economía global se ha visto impactada por la pandemia y por los efectos de esta. La incertidumbre y la inflación se expanden a lo largo del mundo y todos estamos sufriendo sus embates.
Por otro lado, el universo startup de América Latina sufrió un boom sin precedentes desde el año 2018 y como todo en la vida, todo lo que sube tiende a bajar. Pero aquí está el punto importante y por qué creo que no hay que generar alarma. ¿Puede ser que simplemente nos estemos equilibrando?.
Las inversiones no se han detenido, solo ralentizado, según las estadísticas el 2022 probablemente será el segundo mejor año de financiamiento a pesar de todo lo que está sucediendo en el mercado. Sumemos a esto que sin lugar a dudas Latinoamérica sigue siendo un mercado muy interesante para los inversores europeos y norteamericanos. Tampoco olvidemos el trabajo hecho durante los años de repunte, muchas startups lograron crecer, desarrollarse y mantener su valor, generando empleo y promoviendo la innovación, y es esto un valor que creo, es por lejos, el más importante.
El desafío es no olvidar el espíritu, dónde partimos, mejorar, avanzar y sobre todo, adaptarnos a esta nueva evolución.
Las ideas, los founders, las propuestas de aquellos que partieron en este mundo, siguen estando y siendo interesantes por algo siguen estando presentes. El desafío es no olvidar el espíritu, dónde partimos, mejorar, avanzar y sobre todo, adaptarnos a esta nueva evolución.
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